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tannhauser

DIARIO DE MI HYDE (7)

Dolor de cabeza. Creo que sé un par de cosas sobre el dolor de cabeza, y una de ellas es que cuando el muy cabrón se empeña en ganarte la partida hay realmente pocas cosas que puedas hacer, literalmente hablando. Es tan brutal y demoledor el dolor que se te adhiere ahí arriba que tienes la viva impresión de que el cerebro entero se te está desintegrando, que después de algo así será imposible volver a pensar, a razonar, que por fuerza has de acabar subnormal para siempre tan grande es el número de neuronas que deben estar quedándose en el camino. Pero no. Cuando el dolor desaparece vuelvo a ser yo, el de siempre, ni mejor ni peor, o al menos no peor de lo que ya era antes del dolor... tan Hyde como me es posible...

Es como si el apocalipsis se cerniese sobre las circunvoluciones, licuándolas, algo que de ordinario no sólo no me parecería mal en absoluto, sino que colmaría temporalmente la sed de mis más sádicas pulsiones, todo ello, claro está, si es que estuviesemos hablando de las circunvoluciones y el cerebro de cualquier otro diferente de ...

Sentado en el coche, la mirada perdida en el dolor, considerando seriamente los pros y contras de un choque frontal como medida analgésica radical y definitiva, un enorme gato blanco y velludo decide hacerme objeto de un privado pase de modelos. Primero se acerca lentamente, ufano, devolviéndome la mirada con altivez, luego gira sobre sí y vuelve a pasearse, de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, trazando pequeñas diagonales que se acercan poco a poco a mi puerta abierta. Sigue observándome atento, es como si supiese que podría subirse a mi cara, arrancarme los ojos, destrozarme a zarpazos la cara, y yo ni tan siquiera sería capaz de alzar un brazo en mi defensa; soy una presa fácil, lo sabe... y sabe que sé que lo sabe... Sería algo rápido y anónimo, doloroso, pero fugaz, una pequeña venganza de la naturaleza contra el reino de los hombres a un coste realmente risible, apenas mi pellejo... Pero no ocurre nada, ni siquiera llega a acercarse lo suficiente como para sentir cierta aprensión, se limita a pararse frente a mí y lamerse durante unos minutos, slurp por aquí, slurp por allí... Nada más, le aburro, soy patético, así que acaba marchándose en busca de unos ojos más interesantes que arrancar, y yo me quedo allí, a solas con el dolor de cabeza, meditando si aquel muro a 100 km/h podría ser dosis suficiente.

Bukowski escribió que sería bueno poder ser gato, porque duermen 20 de cada 24 horas y se pasan el día lamiéndose el culo. Decididamente, si los hombres fuesen capaces de lamerse el culo la humanidad jamás habría superado su fase anal… conscientemente. Pero no pueden… no se llegan, así que tal vez eso explique que, por lo común, los hombres miren el culo de las mujeres y viceversa. En este sentido, pienso, resulta todo un enigma que la civilización no haya aspirado al pancontorsionismo.

Si fuese gato podría lamerme la cabeza, tal vez así se atenuaría el dolor, seguro que a los gatos no les duele nunca la cabeza y por eso van siempre por el mundo desafiando con la mirada, como si supiesen cosas que todos los demás ignoramos, como si fuesen dioses que matan el tiempo paseando entre los hombres, riendo secretamente sus dolores y miserias...

© JIP

4 comentarios

JIP -

Ufff... tres comentarios en un sólo día... ¡esto es totalmente inusual por esros lares! :)

Bueno, vayamos por partes:

Gracias Delirante por tu comentario y bienvenida a Tannhauser... A mí por desgracia, la cabeza me duele a menudo y con saña la muy... Quizá si no la llenase de tonterías y conocimiento-caspa sería más agradecida conmigo... quién sabe...

A mí tambíén me encantan los gatos y está claro que lo de Bukowski es una exgeración que cumple con creces su cometido; notar lo bien que parecen vivir los gatos en comparación con nosotros, los estresados seres humanos...

Pauli, te agradezco encarecidamente el que te preocupes tanto por mí salud, y viniendo de ti, la idea de la trepanación no puede tomarse sino como un sabio consejo... aunque también me queda la opción de comerme unos gusanillos al estilo "Slugs, muerte viscosa" y dejar que ellos me solucionen el problema... ;)

Bango, ahí está el quid... lamen el culo de los demás porque no llegan al suyo... ¡esta claro que, de poder esoger, todo el mundo prefiere comerse sus propias "mierdas"...!

Bufff... ¡qué soez!... con lo recatado y educado que soy de ordinario...

Desde luego... ¡es que me sacáis lo peor a la superficie, muchachos...! ;)

J. P. Bango -

Algo, pauli, que ya le ocurría al protagonista de Pi y que solucionó de un modo parecido.

Respecto a lo del Pancontorsionismo, JIP, no estoy de acuerdo en que la civilización no aspire a lamerse el culo a si misma: queda claro que su máxima aspiración es lamer el culo de los demás.

Algo, dicho sea de paso, por lo que un gato no pasaría nunca.

Un saludo, y cuídate ese dolor de cabeza.

pauli -

pues yo te recomiendo que cada vez que te duela la cabeza te la "trepanes", igual es solo un poco de presion sanguinea acumulada, nada que una buena trepanacion no pueda solucionar.

Delirante -

Yo creo que la cabeza es una gran autopista en la que cuando hay atascos te duele. Aunque a mi no me duele mucho ni si quiera al dia siguiente de haber tenido una noche artificial. Por cierto me encantan los gatos y cerca de mi casa hay uno que es un dandy, viviendo de noche todo el dia. No me gusta esa definición de que si duermen 20 horas y se lamen el culo...me cansan las etiquetas...Ciao