LAS HORAS DE NUESTRAS VIDAS
"Porque quería ser escritor, sólo eso; escribir acerca de todo. De todo lo que pasa en un momento... el aspecto de las flores mientras las llevabas entre tus brazos; de esta toalla, de su olor, de su textura; de nuestro sentimientos, los tuyos, los míos... la historia que hay detrás de lo que habíamos sido... de todo lo que existe... de este mundo tan enrevesado, tan enrevesado y confuso... Y fracasé... Fracasé. Empieces como empieces acabas siendo menos de lo que esperabas"
Richard Brown (Ed Harris)
en Las Horas
Toda página en blanco supone un desafío inabarcable igual que toda vida por vivir una batalla perdida de antemano. Como dioses y dueños de nuestras ficciones y nuestros destinos, todos nuestros intentos por crear una buena historia, una vida buena, se ven constantemente frustrados, quizá porque no puede ser de otra manera, porque tal es nuestra condición, quizá porque confundimos deseos con esperanzas y todo resultado, en consecuencia, nos sabe a poco. Temprano o tarde siempre se acaba perdiendo, fracasando, sumergiéndose uno en las oscuras aguas del olvido, el odio, la muerte, sin tener en cuenta que el sentido de todo se halla tal vez en esas pequeñas victorias que día a día ganamos al tiempo, hechas de amor, sexo, arte, miradas, apasionado júbilo, y que, con suerte, podremos recordar felices como nuestro auténticos logros, nuestras verdaderas horas, únicas, intransferibles, cuando sintamos ceñir las tinieblas.
Richard Brown (Ed Harris)
en Las Horas
Toda página en blanco supone un desafío inabarcable igual que toda vida por vivir una batalla perdida de antemano. Como dioses y dueños de nuestras ficciones y nuestros destinos, todos nuestros intentos por crear una buena historia, una vida buena, se ven constantemente frustrados, quizá porque no puede ser de otra manera, porque tal es nuestra condición, quizá porque confundimos deseos con esperanzas y todo resultado, en consecuencia, nos sabe a poco. Temprano o tarde siempre se acaba perdiendo, fracasando, sumergiéndose uno en las oscuras aguas del olvido, el odio, la muerte, sin tener en cuenta que el sentido de todo se halla tal vez en esas pequeñas victorias que día a día ganamos al tiempo, hechas de amor, sexo, arte, miradas, apasionado júbilo, y que, con suerte, podremos recordar felices como nuestro auténticos logros, nuestras verdaderas horas, únicas, intransferibles, cuando sintamos ceñir las tinieblas.
4 comentarios
JIP -
Supongo que en este caso, como en tantas otras cosas, todo depende del particular modo de cada uno de entender su propia existencia...
Un saludo, Juan Carlos, no estudies tanto que te vas a estresar!!!!! ;)
juan carlos -
(Que trascendente me he puesto. Lo que hace dormir mal)
JIP -
pauli -