Blogia
tannhauser

NOSHESSS PSYCHOTRÓNIKASH: "BRAIN DAMAGE"

Hacía ya un tiempo que no me metía una buena ración de "cine costra" pal cuerpo y esta noche me he dicho, ¡qué demonios!, así que me he olvidado durante hora y media de frases lapidarias, escritores malditos, metáforas y versos varios, dejándome llevar por mi mister Hyde más trotón, y la verdad es que no me arrepiento lo más mínimo, porque me partío la caja ka sio un gujto, amiguetesss, que diría el Segura.

Le tenía ganas ya a "Brain Damage", después de años de oír hablar los más elogiosos ascos de ella, leer sobre ella en las revistas y fanzines más impresentables, y recrear de tanto en tanto en mi memoria esa fabulosa carátula en la que a un fulano se le cae la cara, literalmente, echa pedazos en medio de resplandores azules -ni se os ocurra buscarla en la peli, que no sale, ke deso ná de ná-. Así que me la he tragado de pe a pa, tal que asín, GROUMMPFFF!!!, como el que se come de una sentada un jodio american donut, desos ke no tien gujero, porque son las once de la mañana y está que se muere de jambre...

Mierda... este cutis no me lo arreglo yo ni con potingas neutrógena...


Bueno, la peli es pura caspa, psicotronía de la buena, también de la dura, porque hay secuencias que hasta a un estómago como el mío, curtido en mil y una proyecciones liendrosas, se le han indigestado, aunque tampoco muchas, no creías... En general -como pasa en casi todos los films de este tipo- se hace lento y aburrido en las secuencias de transición, es decir, en todas las que no hay sangre y tripas -gore, o sea-, sexo, o diálogos demenciales, que eso y no otra cosa -no nos engañemos- es lo que uno busca en este tipo de pilis. Porque el argumento -sigamos sin engañarnos ya que hemos empezado...- es una completa basura, resumible, a grandes y pútridos rasgos, en que Brian -¿me pillaron el sutil e ingenioso juego de palabras con Brain (Damage)?... ¡ju, ju, ju!-, un chaval amerikanuski de lo más normal -y por ende "subnormal"-, cae en las garras de Elmer, una criaturilla con un algo de muy lovecraftiano, traviesa y trotona, algo así como un cruce entre un cagarro de vaca y un pene pitufo con encefalitis, que tiene la sana costumbre de comer sesos, humanos a ser posible, gracias, -¿no os dijeron vuestras madres de canijos lo ricos, ricos, ricos, que estaban los menudillos de seso?... mmmmmm... slurp... slurp-. En fin, que el tal Elmer, que es un cashondo integral, le ofrece al bueno -y tonto- de Brian algo así como un subidón de LSD y un montón más de mierda de la buena, a cambio de que éste lo saque a pasear, de fiesta que se dice, y así poder llevarse a la boca su buena y nutritiva ración de cerebelo. Hasta que, cómo no, tan fructífera unión, después de sembrar el metraje de no pocos cadáveres descerebrados -¡jaja!-, acaba como el rosario de la aurora; a Elmer lo dejan chafadito, chafadito, tal que un grano de pus, y al gili de Brian le termina explotando la cabeza en mil y una iridiscencias y fuegos de artificio... un daño cerebral difícilmente reparable, ni tan siquiera por el mismísimo cirujano Frodorick Fronkonstin, alias "El Padre de la Criatura" (Bis) -joder, hoy estoy que me salgo... ¡que alguien me detenga...!

Elmer el sorbecerebros... ¡¿A qué es mono...?!


Sin duda la peli se debía antojar mucho más dura en 1988, año de su estreno, pero aun hoy conserva ciertas escenas
splatter de mérito, lo que, añadido al tono de sátira continuo y a la mala leche concentrada que solamente un tipo como Frank Henenlotter -guarrindongo y cochinete donde los haya-, podía imprimirle, dan como fruto una hora y veinte minutos de entretenimiento soez y macabro sin -y esto es lo mejor de todo- ninguna pretensión pseudointelectualoide. O sea, Tripas, guarreridas, humor zafio y nada más... al César lo que es del César... y a Elmer solomillo de cerebro...

Porque claro, si queremos ponernos intelectualoides podemos hacerlo, hasta con la basura más infame, podríamos decir, por ejemplo, que bastante antes de que a Abel Ferrara le diera por construir esa magnífica metáfora sobre el SIDA y la adicción a las drogas a través del vampirismo posmoderno que es "The Addiction", el señor Henenlotter ya había pergeñado "Brain Damage", que no es sino otra metáfora acerca de la drogadicción y sus efectos, también sobre el control mental y el lavado de cerebro, a través de la relación vampírica y simbiótica que se establece entre un demoniete con forma de zurullo que come sesos y un tradoadolescente de pocas luces que sólo busca el placer y la experiencia extrema. Podríamos decir todo esto y alguna cosa más, pero el cine Z es cine Z por algo, para disfrutarlo y echarse unas risas, y verlo con los amigos por la noche en casa de tus padres cuando no están mientras comes patatas fritas, churrucas, palomitas y todo tipo de semejante basura que embota las arterias... Y "Brain Damage" cumple esa función con creces.

Basket Case... Bazofia de la buena...


De todos modos, aunque me ha gustado mucho más, por ejemplo, que "Basket Case" aka (que, entradusio kiere desir, "también conocida como") "¿Dónde te escondes, Hermano?", la ópera prima -¿¡qué fissno, no?!- del director, me sigue gustando mucho más la que considero, todavía es, su obra cumbre "Frankenhooker" o "Frankenputa", allá cada cuál con el que más le mole.

Frankenhooker... lo mejor de Henenlotter


Pero hay momentos auténticamente impagables, trash a más no poder, en "Brain Damage":

- La cara de gustirrinín, komo d'averse akabao de korrer, vamos, que pone Elmer cada vez que se da un festín de neuronas...

- La blow job abisal, forzada y salvaje, que le marcan a la dichosa criatura y que acaba en masacre encefálica de la pobre chica, quien al fin y al cabo sólo buscaba darle alegría al cuerpo...

- Brian sacándose el cerebro echo fosfatina por la oreja, totalmente alucinado, con la boca desencajada de horror...

- La escenita cochambrosa y vergonzante -sobre todo por el doblaje ibérico- en que un tío grandote y musculoso, que pierde más aceite que el Exxon Valdez, le hace proposciciones feas a Brian en la ducha mientras Elmer, cual espermatozoide de safari, se desliza por el suelo húmedo en busca de una nueva víctima... Curiosamente, el bueno de Elmer se va en busca de un pobre negrito que está haciendo sus necesidades en lugar de ventilarse al hombretón revenío que tenía dispuesto y a punto... ¿Será que nuestro comecerebros favorito padecía de homofobia?...

- Y finalmente, una escena hilarante que sin duda pasará a los anales de la historia del cine y se enseñará como ejemplo en las academias de guionistas... La novia del Brian le acaba de poner los cuernos con su hermano en sus mismas narices, en una escenita pudorosa y del todo softcore -¿remordimientos, Frank...? -en la que apenas se ve una tetilla... Así que la chica, arrepentida, sigue al novio hasta el metro para explicarle lo ocurrido, y el monólogo que sucede a continuación no es otro que este:

- Brian, no te enfades conmigo, no me mires si no quieres pero escúchame... Yo no quería hacer el amor, pero tenía tanto calor que tuve que quitarme la ropa...y cuando me descuidé...
- Además, como Mike es tu hermano es como si fueses tú... Menudo susto me llevé cuando entraste en el cuarto...
- No comprendo que estés enfadado conmigo... Bueno, a lo mejor es cierto que me he portado mal... pero no creas que me gustó... casi nada... Yo te quiero a ti...

¡Juas, juas, juas!... Hay qué ver que kashondo!!!!! este Henenlotter...

© JIP

Henenlotter dándoselas de Cronenberg...

2 comentarios

JIP -

Bueno, esto va como va, supongo que guardo mejor recuerdo de "Frankenhooker" por las circunstancias en que la vi, diametralmente opuestas a aquellas en las que vi "Basket Case"... En este tipo de cine tienen mucho que ver las risas que te marcas o te dejas de marcar en el momento -y la compañía- en que ves los films...

pauli -

pues a mi me gusto mucho basket case, casi mas que frankenhooker o brain damage,con un infravaloradisimo montstruo, belial, en el imaginario del cinde de terror, impagables la segunda parte de basket case, una joyita del cine trash :).muy buen post, jip :)