EL SONIDO DE UN FUTURO QUE YA ESTÁ AQUÍ
Con el paso del tiempo "Blade Runner" va poco a poco ganando el prestigio que se merece, como los buenos vinos. Ya casi nadie recuerda que su estreno, allá por el año 1982, fue un completo fracaso, y sus admiradores, todo y que jamás llegarán a poder compararse con los de fenómenos como "Star Wars", "Star Trek" o "Matrix" -¡ni falta que hace!-, aumentan en todo el mundo. Lenta pero firmemente, el film de Scott -que ya nunca volvería a estar tan acertado- empieza a abandonar, rebasada la doble centuria, su estatus de "film de culto" para encarar el de verdadero "clásico", sin calificativos genéricos de ningún tipo, es decir, no sólo del cine fantástico, sino del CINE, con mayúsculas. Sin ir más lejos, el pasado agosto, científicos encuestados por "The Guardian" en todo el mundo la eligieron como la mejor película de Ciencia Ficción de todos los tiempos... Quién se lo iba a decir al bueno de Ridley cuando se lo llevaron los demonios porque la productora le cambió el final original, optando por ese tan conocido, optimista e inverosímil, -con planos descartados de "El Resplandor" de Kubrick incluidos- en el que Deckard y Rachel se van de luna de miel al campo y son felices y comen perdices, porque tras unos pases privados previos al estreno del montaje inicial, el público salía de la sala con cara de póker y bastante perplejo... En fin, que, con el transcurrir de los años el film de Scott ha ido encontrando su sitio y su tiempo, también, cómo no, su público, probablemente porque cada día que pasa sus proposiciones se ajustan más y más, peligrosamente, a nuestra realidad contemporánea.
Y si la fama de la película ha ido creciendo con los años, la de su música no le ha ido a la zaga, triunfando incluso en otros medios cuando la película todavía luchaba por salir del ostracismo... ¿Acaso alguien olvidó la mítica sintonía del "Informe Semanal" de toda la vida, directamente extraída de los créditos finales del film? Yo, personalmente, confesaré que no ha habido disco que haya escuchado más veces que este, las más de las veces arropado por la oscuridad, a medias recordando la magia de una historia que me fascinaba, mientras me dejaba llevar también por mis propias ensoñaciones de hipotéticos futuros.
Vangelis no era desconocido para el cine, ya había dado en la diana poco antes con el score para "Carros de Fuego", con la que ganó un Óscar, y su partitura, en 1984, para el "Motín a Bordo" de Mel Gibson y Anthony Hopkins es un hito poco conocido pero totalmente a reivindicar. Su posterior colaboración de nuevo con Scott, ya en los 90, en "1492; La Conquista del Paraíso", aunque notable, no puede compararse a ninguno de estos trabajos anteriores, ni por supuesto a su trabajo para "Blade Runner", que significa a mi juicio su cúspide como compositor cinematográfico.
A medio camino entre el sintetizador y el mestizaje, esta banda sonora es todo un "continuum" de nuevos sonidos sabiamente mezclados con otros ya añejos, lo que no es sino la tónica general de toda la estilística del film. En las notas de Vangelis se mezclan los ritmos lentos y cristalinos del futuro con los cantos musulmanes del zoco, los sonidos de las máquinas impersonales con los tonos orientales del barrio chino -que en el film es toda la ciudad, ¿todo el planeta?-, pero lo que destaca por encima de todo en esta música es el aliento poético y nostálgico de un futuro bello dentro de su tristeza, también de un pasado acartonado e imposible, y el sonido del agua de la lluvia, derramándose gota a gota en el rostro de un replicante demasiado humano al que le ha llegado la hora de morir; un sonido microscópico, que introduce al oyente -ni siquiera hace falta estar viendo el film- en el vórtice, justo en el ojo del huracán de toda una otra nueva dimensión terriblemente hermana.
A falta de que alguien se decida de una vez a editar la partitura completa que el compositor griego realizó para la película, el mejor acercamiento que se puede hacer a este "score" -amén, claro está, de ver y escuchar, paladear atentamente el film-, es la edición que sacó al mercado en 1994 Warner Music, la única oficial y con la música original de la película, pues antes de ésta, sólo hubo en el mercado grabaciones no oficiales de filarmónicas que tocaban la partitura de Vangelis.
Esta edición publicitada como "definitiva", que no fue tal, se compone de 12 cortes, entre los cuales, según mi gusto personal e intransferible, destaco los siguientes:
1. "MAIN TITLES". Deckard le da órdenes a una máquina, un procesador fotográfico, y obtiene una imagen fantasma, que ni siquiera existe en la instantánea original. Le sigue una melodía luminiscente, mágica, en la que el personaje de Harrison Ford sobrevuela la brillante y terrible Los Ángeles del 2019 en el Spinner, contemplándolo todo con cierto éxtasis melancólico, como con viejos ojos nuevos.
4. RACHEL'S SONG. Ritmo cadencioso y líquido, hipnótico. Una voz etérea y brillante nos introduce en la historia de amor imposible entre una replicante que creyó ser humana y un cazarecompensas nihilista que hace tiempo que abandonó su humanidad.
5. "LOVE SONG". Todo un clásico. A ritmo de saxo, melancólico, triste, plenilunar, la androide y el hombre se encuentran, sus cuerpos desnudos chocan, y lo imposible se hace posible; pasión salvaje, irracional, mientras fuera de plano la ciudad, lumínica y deseperada, querría combatir lo Irrealizable; querría dormir, alumbrar, como ellos, un sueño de esperanza.
7. "BLADE RUNNER BLUES". Mi preferido con diferencia. Más saxo, más melancolía, más negra noche, policíaca, abismal, intempestiva. Retrato sonoro y perfecto de las calles amargas, todas húmedas de agua y lágrimas; de los rostros vacíos, exhaustos, enfermos; de las vidas quemadas, desastradas; de la vida ahogada que no tiene fuerzas para salir ni puertas por las que hacerlo; de la muerte infame que acecha en cualquier esquina.
9. "TALES OF THE FUTURE". Los bajos fondos, donde domina lo oriental, lo musulmán, mercado negro de vida manufacturada. Rumor de encantador de serpientes androides, sonidos de cristales de sueños rotos. La vida, o mejor, las vidas -ni la humana ni la artificial- apenas valen nada. Y en medio de toda esta bajeza, de toda esta amargura, una persecución, una caza; ella no es humana pero quiere vivir, y por eso corre, huye deseperada; él es humano y quisieran volver a vivir y sentir, pero está "maquinalizado", programado para matar lo no humano, y por eso dispara. Ella muere, él sobrevive... y la VIDA, de nuevo, pierde...
11. "BLADE RUNNER (End Titles)". No sabría explicar a ciencia cierta por qué me gusta tanto, quizá porque cuanto más lo escucho más ganas tengo de visitar esa tierra baldía llena de contrastes, de sombra, luz y dolor y amargura, y androides que quieren vivir, y hombres que no saben vivir, donde siempre llueve y, en consecuencia, nadie a tu alrededor se extraña del agua en tu mejilla. Podrían ser lágrimas, podrían no serlo... ¿A quién le importa?... Un mundo de mierda, en suma, al que cada vez se parece más el nuestro, y escuchar esas notas finales y no querer hacer otra cosa que dejar éste para entrar en aquél, y quererlo con una ganas terribles, casi irreales, y luego reflexionar sobre ello... y no poder ni querer entenderlo...
12. "TEARS IN RAIN". La cumbre del film. La lluvia cae, el replicante Batty siente que muere mientras el blade runner Deckard lo contempla impotente, y el moribundo recita entonces su mítico parlamento. Es hora de morir, sí... a todos, replicantes o no, nos llega ese momento, pero yo, mientras viva, recordaré sus últimas palabras, que no se perderán en mi mente "como lágrimas en la lluvia" hasta que la lluvia misma entierre el último de mis recuerdos.
© JIP
Este texto es ampliación del que, en su día, publiqué en Livra bajo el nick de LEVIATHAN
Y si la fama de la película ha ido creciendo con los años, la de su música no le ha ido a la zaga, triunfando incluso en otros medios cuando la película todavía luchaba por salir del ostracismo... ¿Acaso alguien olvidó la mítica sintonía del "Informe Semanal" de toda la vida, directamente extraída de los créditos finales del film? Yo, personalmente, confesaré que no ha habido disco que haya escuchado más veces que este, las más de las veces arropado por la oscuridad, a medias recordando la magia de una historia que me fascinaba, mientras me dejaba llevar también por mis propias ensoñaciones de hipotéticos futuros.
Vangelis no era desconocido para el cine, ya había dado en la diana poco antes con el score para "Carros de Fuego", con la que ganó un Óscar, y su partitura, en 1984, para el "Motín a Bordo" de Mel Gibson y Anthony Hopkins es un hito poco conocido pero totalmente a reivindicar. Su posterior colaboración de nuevo con Scott, ya en los 90, en "1492; La Conquista del Paraíso", aunque notable, no puede compararse a ninguno de estos trabajos anteriores, ni por supuesto a su trabajo para "Blade Runner", que significa a mi juicio su cúspide como compositor cinematográfico.
A medio camino entre el sintetizador y el mestizaje, esta banda sonora es todo un "continuum" de nuevos sonidos sabiamente mezclados con otros ya añejos, lo que no es sino la tónica general de toda la estilística del film. En las notas de Vangelis se mezclan los ritmos lentos y cristalinos del futuro con los cantos musulmanes del zoco, los sonidos de las máquinas impersonales con los tonos orientales del barrio chino -que en el film es toda la ciudad, ¿todo el planeta?-, pero lo que destaca por encima de todo en esta música es el aliento poético y nostálgico de un futuro bello dentro de su tristeza, también de un pasado acartonado e imposible, y el sonido del agua de la lluvia, derramándose gota a gota en el rostro de un replicante demasiado humano al que le ha llegado la hora de morir; un sonido microscópico, que introduce al oyente -ni siquiera hace falta estar viendo el film- en el vórtice, justo en el ojo del huracán de toda una otra nueva dimensión terriblemente hermana.
A falta de que alguien se decida de una vez a editar la partitura completa que el compositor griego realizó para la película, el mejor acercamiento que se puede hacer a este "score" -amén, claro está, de ver y escuchar, paladear atentamente el film-, es la edición que sacó al mercado en 1994 Warner Music, la única oficial y con la música original de la película, pues antes de ésta, sólo hubo en el mercado grabaciones no oficiales de filarmónicas que tocaban la partitura de Vangelis.
Esta edición publicitada como "definitiva", que no fue tal, se compone de 12 cortes, entre los cuales, según mi gusto personal e intransferible, destaco los siguientes:
1. "MAIN TITLES". Deckard le da órdenes a una máquina, un procesador fotográfico, y obtiene una imagen fantasma, que ni siquiera existe en la instantánea original. Le sigue una melodía luminiscente, mágica, en la que el personaje de Harrison Ford sobrevuela la brillante y terrible Los Ángeles del 2019 en el Spinner, contemplándolo todo con cierto éxtasis melancólico, como con viejos ojos nuevos.
4. RACHEL'S SONG. Ritmo cadencioso y líquido, hipnótico. Una voz etérea y brillante nos introduce en la historia de amor imposible entre una replicante que creyó ser humana y un cazarecompensas nihilista que hace tiempo que abandonó su humanidad.
5. "LOVE SONG". Todo un clásico. A ritmo de saxo, melancólico, triste, plenilunar, la androide y el hombre se encuentran, sus cuerpos desnudos chocan, y lo imposible se hace posible; pasión salvaje, irracional, mientras fuera de plano la ciudad, lumínica y deseperada, querría combatir lo Irrealizable; querría dormir, alumbrar, como ellos, un sueño de esperanza.
7. "BLADE RUNNER BLUES". Mi preferido con diferencia. Más saxo, más melancolía, más negra noche, policíaca, abismal, intempestiva. Retrato sonoro y perfecto de las calles amargas, todas húmedas de agua y lágrimas; de los rostros vacíos, exhaustos, enfermos; de las vidas quemadas, desastradas; de la vida ahogada que no tiene fuerzas para salir ni puertas por las que hacerlo; de la muerte infame que acecha en cualquier esquina.
9. "TALES OF THE FUTURE". Los bajos fondos, donde domina lo oriental, lo musulmán, mercado negro de vida manufacturada. Rumor de encantador de serpientes androides, sonidos de cristales de sueños rotos. La vida, o mejor, las vidas -ni la humana ni la artificial- apenas valen nada. Y en medio de toda esta bajeza, de toda esta amargura, una persecución, una caza; ella no es humana pero quiere vivir, y por eso corre, huye deseperada; él es humano y quisieran volver a vivir y sentir, pero está "maquinalizado", programado para matar lo no humano, y por eso dispara. Ella muere, él sobrevive... y la VIDA, de nuevo, pierde...
11. "BLADE RUNNER (End Titles)". No sabría explicar a ciencia cierta por qué me gusta tanto, quizá porque cuanto más lo escucho más ganas tengo de visitar esa tierra baldía llena de contrastes, de sombra, luz y dolor y amargura, y androides que quieren vivir, y hombres que no saben vivir, donde siempre llueve y, en consecuencia, nadie a tu alrededor se extraña del agua en tu mejilla. Podrían ser lágrimas, podrían no serlo... ¿A quién le importa?... Un mundo de mierda, en suma, al que cada vez se parece más el nuestro, y escuchar esas notas finales y no querer hacer otra cosa que dejar éste para entrar en aquél, y quererlo con una ganas terribles, casi irreales, y luego reflexionar sobre ello... y no poder ni querer entenderlo...
12. "TEARS IN RAIN". La cumbre del film. La lluvia cae, el replicante Batty siente que muere mientras el blade runner Deckard lo contempla impotente, y el moribundo recita entonces su mítico parlamento. Es hora de morir, sí... a todos, replicantes o no, nos llega ese momento, pero yo, mientras viva, recordaré sus últimas palabras, que no se perderán en mi mente "como lágrimas en la lluvia" hasta que la lluvia misma entierre el último de mis recuerdos.
© JIP
Este texto es ampliación del que, en su día, publiqué en Livra bajo el nick de LEVIATHAN
7 comentarios
JIP -
Yo la escucharé también, a tu melómana salud... ;)
lucy -
un saludo!
Novia Moribunda -
JIP -
La verdad es que, aunque me gusta Wagner, lo de TannHäuser viene por su mención en "Blade Runner", film que, como has podido comprobar, venero...
Nos leemos.
Novia Moribunda -
¿Tal vez "Tannhäuser" por la ópera? Porque de ser así, que sepa usted que ésta es mi favorita. ;)
Saludos. Seguiré leyéndole con mucho gusto e interés.
JIP -
En cuanto a lo de la voz en off, totalmente de acuerdo contigo...
Spaulding -