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tannhauser

Sin Stock

Desde las siete de la mañana en pie y me acosté a casi las tres. ¿Quién quiere dormir para siempre? Afuera llueve, aunque con desgana, como liquidando los minutos de la basura de una furia por morir. Ayer tuvo bastante más mala leche, poco usual por estos lares, y me pilló de lleno. Del todo. Llegué al curro hecho una sopa. En realidad pienso que le he cogido cariño al catarro, me sabría mal sacármelo de encima justo ahora, en pleno invierno, después de todo lo que hemos moqueado juntos.

Un día extraño ayer. Y no sólo por lo de la lluvia. ¿Revelador? Quién sabe; habrá que madurar un poco todo aquello, toda aquella singular sarta de horas. Pero ahí lo voy a dejar, al menos por ahora."Love Like Blood" de Killing Joke, pero en muy muy bajito, que tampoco es cuestión de hacerse acreedor del vudú de los vecinos. Aunque quizá para eso ya es demasiado tarde: esos pinchazos en la cabeza... ¿y qué me dices de las cervicales irreparables?... Preocupante preocupante...

Me está costando un trabajo horrible estos últimos días tirar para adelante con el trabajo, valga o no la redundancia. No hago más que mirar el reloj y sentirme asqueado. Quiero decir más asqueado de lo que en un servidor es costumbre.  Todas esas caras interrogantes, dios mío, me dejan hecho fosfatina.

Vino uno ayer y salí al mostrador. Nada más verle el jeto supe que había pisado mierda: "Hola... ¿Tenéis un desto con desto y lotro, que haga también aquellotro, y lea diversos destos, y además sea compatible con todos los cualesquieraotrosposibles?" Aquel tipo se debía creer que yo era Papá Noel y Dios al tiempo y yo ni siquiera sabía de qué demonios me estaba hablando. Es más, dudo que algún otro compañero supiese de todo aquello algo más que yo. Sencillamente aquello que me pedía no existía. Pero aquel tipo no sólo creía en ello vivamente sino que además, lo estaba viendo, pretendía que lo tuviese allí mismo, como para llevárselo puesto y envuelto en papel de regalo, vamos. ¿Qué podía hacer? Podía haber empleado unos minutos enseñándole algunos modelos similares, que no llegaban ni de lejos a lo que él pretendía, y que él, por supuesto, no querría, pero que al menos crearían la sensación de que me preocupaba mínimamente por atender su demanda. Podía haber consultado con el resto de compañeros y hacerle ver al menda, a través de las caras de estupor subsiguientes, que simplemente perseguía un imposible; una quimera tecnológica. Que le habían vendido gato por liebre, que alguien o algo le había empapelado pero bien. Pero no hice ninguna de las dos:

- No, no me quedan...

- ¿Pero vais a tener?

- Uhm... Nunca se sabe... pero es difiícil, ya te aviso...

- Bueno, pues ya me iré pasando, si eso.

- Vale, como quieras.

- Vale... bueno... adeú.

- ¡Adéu!

 

Bienvenidos al "Peor Vendedor de la Historia", amigos... Presente. Ese soy yo. Bueno, creo que fueron unas tablas claras. Él no se llevó puesto su reproductor imposible y a mí me sentó todo el conjunto como una patada bien gorda en el períneo. Ninguno ganó ni perdió nada esencial, y los dos estábamos un paso más cerca de algo...  

Así que... ¿Qué coño estoy haciendo yo allí?... Buena pregunta. Pensaré en ello...

8 y 24... Tengo que pirarme ya a por mi ración diaria de caras preguntonas.

Nos vemos.

 

 

 

7 comentarios

laveron -

¿éste es su otro usted?
si lo es (y ojalá sea así)
estoy aliviada...
un gran saludo!
laura

wave -

Pues yo, al contrario que tu, cada día soy mejor vendiendo la moto, de hecho hay veces que llego a asustarme de mi misma, de donde ha salido esa persona que habla por mi, no puedo ser yo, en fin. También depende del día, si estoy de malas con decir que no tengo de eso o mandarles a otro departamento estoy servida. Saludos majo

maite -

maite, de anómino nada, sólo despistada ...

Anónimo -

A veces uno se agarra a un sin-sentido para dar sentido a un sin-sentido mayor, vaya sin sentido, así es como uno se amarra a su objeto de deseo, como si tuviera un sentido que dar a nuestras vidas, como si pudiera acompañarnos, entendernos, mimarnos, saciar nuestras ansias de sentido, de paz, de sosiego, apagar nuestra angustia, soledad, ansiedad, demasiadas expectativas para tan solo un objeto de deseo... Uno llega a soñarse, a imaginarse, a pensarse, a verse siendo objeto de deseo de su objeto de deseo, se erige sentido del sin-sentido del otro, se proclama cancerbero de sus tormentas, incertidumbres y tristezas, se presenta bombero voluntario de sus fuegos y cree se la solución de su objeto de deseo, así como cree que él es su desenlace.

Al final un gigante con los pies de barro, un castillo de naipes, un soñar que sueña que lo soñamos, que se deshace en el fango, que la ventisca se lleva, que los albores del día terminan.

Un precioso sueño para soñar, que fue de locos pensar, el sin-sentido del sentido que nos empujo a caminar un día más, el recuerdo de lo que pudo haber sido y no fue, el sabor agridulce en la boca, la cicatriz ahí dentro, la ciudad arrasado afuera y un vivir para siempre, irremediablemente, en la cuerda floja.

Anónimo -

se ha publicado varias veces, porque no sabia si se habia aceptado el comentario, disculpa las molestias,

azuldeblasto -

Hay un refrán árabe que reza así:

Quien no sepa sonreir no abra tienda...

Seguro que la próxima vez que te aparezca un cliente imposible le miras de otro modo y acabarás vendiéndole algo que ni siquiera necesitaba, prueba y verás.

katakrek -

Bueno, recuerda eso que "todo poder conlleva una gran responsabilidad", y si tu tienes el poder de marear la perdiz con los clientes, de darles una razón para que cada día ellos se despierten con esperanzas en sus corazones, abrazando el "¿Habrá llegado ya?", debes cumplir tu cometido.
A la vez puedes partirte la caja inventándote nombres para los aparatos de marras,... no se,... puedes llamarlos tapiporla, grigadamora o drimanante, dándotelas de listo y quedando por encima del cliente, que siempre se agradece humillar a la gente.