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tannhauser

Welcome to ‹‹Repo! The Fascist Opera!››

 

Cuesta creer que en los años que lleva como responsable último del Festival de Sitges, el señor Ángel Sala haya hecho más progresos en el campo del bilingüismo -trilingüismo si es que tenemos en cuenta sus denodados esfuerzos con el catalán- que en el ámbito del tacto o el sentido común. Parece que este caballero todavía no se ha apercibido en todo este tiempo de que el Festival lo hacen los espectadores. Los mismos espectadores que año tras año reservan parte de su mes de vacaciones anual para poder asistir al Festival. Los mismos que sacrifican horas de sueño y juicio para poder ir, en ocasiones, a tres y hasta a cuatro pases en un sólo día, andando y desandando una y otra vez la maratoniana cuesta que separa el Retiro del Auditori. Los mismos que dan vida con sus miradas y sus flashes al Brigadoon, las paradas de merchandising, las exposiciones. Los mismos que se dejan tan grande parte de su sueldo en los restaurantes, cafeterías, hoteles y hostales de Sitges -ninguno de ellos precisamente barato-. Los mismos que se patean las inmediaciones del Melià de arriba abajo en pos de una instantánea amable con esta o aquella celebridad...

Los mismos espectadores, en definitiva, que el pasado sábado tuvieron, tuvimos que asistir -ya es hora de que abandone un tono neutral que ninguno de los responsables del suceso merece- a un espectáculo deplorable, un acto vergonzoso de fascista neoliberalismo.

El asunto empezó por la mañana, el pase matinal de "Repo! The Genetic Opera!" se suspende, al parecer, porque el retraso acumulado había llegado a solapar horarios con la siguiente película a proyectar. La versión oficial pretende hacer creer que dicho retraso respondía a una imposibilidad por parte de la organización del Festival de garantizar la seguridad del estreno, esto es, de que nadie "grabara" la película para inmediatamente pasar a colgarla gratis en la Red. Otras versiones, no oficiales, eso sí, afirman que el retraso respondió a eso, en efecto, pero desde un punto de vista bastante más prosaico: sencillamente todavía no habían llegado los detectores de metales con los que se pensaba "cachear" al público asistente, en busca de esa "videocámara terrorista" que había de piratear el estreno. 

Ya de noche, en el Auditori, guardando la cola del estreno de "Repo!", doce y media de la madrugada, la película estaba programada a la una, nos vienen dos voluntarias y nos comunican que no se permitirá el acceso a la sala con cámaras de fotos, y que éstas habrán de dejarse en consigna. Todos los móviles, por supuesto, deberán permanecer apagados. Esta peculiaridad, este prerrequisito, que yo recuerde, no se anunciaba en el programa. Si se me llega a avisar con antelación de este particular, por supuesto, se habrían metido su entrada y su ópera genética por el sitio oscuro y húmedo que yo me sé.

Pero está visto que la distribuidora de "Repo!" tiene al señor director del Festival Internacional de Cine de Catalunya cogido por los mismísmos. Después de una media hora de retraso sobre el horario previsto las colas comienzan a avanzar, y enseguida se confirman las peores sospechas. Las colas avanzan muy despacio. ¿Por qué? Porque la seguridad del evento está procediendo a despojar a todos los espectadores de sus cámaras fotográficas, haciendo apagar los móviles en su presencia, y "cacheando" al personal mediante detectores de metales. Por lo visto, hoy día, la integridad de una película es equiparable a la de un aeropuerto, un juzgado o una comisaría, tan grande es la paranoia que se ha instaurado en ciertas mentes más estrechas que amuebladas.

No obstante, no contentos con el infumable circo de los detectores, la seguridad a cargo del evento procedió también a registrar bolsos y mochilas en busca de "esas cámaras terroristas del Eje del Mal" que gritaban bien a las claras que todo asistente al Festival era un pirata y un delincuente a priori. Señor Sala, querido, supongo que ya está usted al corriente de que esos registros, en manos de quienes los llevaron a cabo, fueron poco menos que ilegales. Una total vulneración del derecho a la intimidad. Nos trataron como delincuentes cuando los delincuentes estaban siendo ustedes, nada menos.

Al final, entre pitos y flautas y venga meter mano en bolsa ajena, el público asistente, hasta las mismísimas narices, toma asiento, indignado y dispuesto a dejarse sentir, como creo que lógico y del todo comprensible. A estas alturas ya llevamos una hora de retraso sobre el programa: las dos de la mañana. Sale Gemma Ruiz a presentar la película, Ángel Sala en retaguradia, por si hay que sacar la artillería, y nada más abrir la boca la susodicha, el público empiez a silbar. Y aun, señores míos, silbaron poco. La afrenta requería bastante más. A mi tenor, de "hijos de puta fascistas" para arriba y quizá me estoy quedando corto. Suerte tuvieron de que el público del Festival Sitges sea bastante más educado que su organización.

Porque como si no hubiésemos tenido ya bastante vejación y suficiente atropello, en ese instante toma la palabra el señor Sala para acallar los abucheos y no se le ocurre otra cosa al buen hombre que pedir respeto... Un poco de respeto, eh!!! un poco de respeto!!!

Muy señor mío. El respeto, si alguien lo merecía, se lo había ganado, era el público, pero no, encima tuvimos que aguantar su legendario de natural malcarado, y además su soberbia. El señor organizador del Festival de Sitges en ningún motivo pidió perdón, en ningún momento se disculpó ante los asistentes por la suspensión del estreno aquella misma mañana, ni pidió disculpas por el retraso de una hora que ya llevaba aquella misma noche, como tampoco explicó a qué había venido la ignominia de los detectores y los registros de la entrada. No, señores míos, ante todo y sobre todo, un respeto para Gemma Ruiz, que la pobre ninguna culpa tenía de que los mandamases de "Repo! The Fascist Opera!" me tuviesen acongojadito...

Está visto que las cosas en este mundo cabrón están cambiando a una velocidad de vértigo. Ahora el consumidor ya no sólo no tiene ningún tipo de razón, además, adjunto al tiquet de compra, viene la imposición de que te bajes los pantalones y te dejes dar por el culo. 

Felicidades, señor Sala, el pasado sábado usted permitió que a los espectadores asistentes a la sesión nos la metieran doblada. Bravo. Bravo. De todos modos, hágaselo mirar, creo que se pierde usted algo; un problema de comunicación. Algo en el aire, en la lengua, en el agua. No sé. Creo que no ha captado todavía usted la esencia: Sitges, la ciudad, y Sitges, el Festival, son bastante más que eso...

Y desde luego ha demostrado usted que no está a la altura de ninguno.

 

21 comentarios

Javier -

Amigo Vurdalak, tengo claro que tú no te perderás Sitges el año que viene, descuida. En cuanto a mí, sin embargo, creo que volveré a mis paseos por la atmósfera "Brigadoon" -si es que para entonces Ángel Sala no ha acabado con ella-, en la que no tienen por costumbre meterte mano al bolso -ni al paquete- a las primeras de cambio.

¿Álex Romero? ¿Ése no es el que no tolera a los afcionadillos? Jojo...

Vurdalak -

claro que iremos el año que viene, y saludaremos al amigo Sala, nos gastaremos unos euros en "merchandaisin", recordaremos los buenos momentos de repo y al bueno de darryl bousman y seremos un poco más felices...

(casi tanto como Alex Romero, aunque creo que me he pasado ahora).

Javier -

Sr. Yume, decididamente su amor y pasión por el cine en general y el Festival en particular, no sólo no tienen precio, además también son de lo más desagradecido. Tiede usía más moral que un Santo.

En cuanto al Festival en sí, por mí pueden quitarle el "Sitges" y ponérselo donde les plazca, preferiblemente implantado en la bocarra del ínclito Sala y sin anestesia, a ver si así no tenemos que volver a escuchar sus acentos marcianos.

El año que viene me voy a pensar muy mucho si vuelvo por allá. Eso desde luego.

abrazo!

kuroi_yume -

sr. yo estaba presente en el matutino desfile repo (ahora entras, ahora sales, ahora ya no entras más, que no hay detectores) y reconozco que los abucheos que recibió Sala fueron escasos. Evidentemente no fui a la sesión nocturna, ni a la improvisada sesión matutina (que provocó una hora de retraso todo el día en el retiro), pero que sepa que todas las películas de BuenaVista (Disney) tuvieron el mismo protocolo (yo me lo comí tres veces) En todo caso, eso no fue lo más feo que se ha dicho del festival este año... cuantan las malas lenguas que el año que viene, igual hay que quitarle el nombre de "Sitges" al certamen... y hasta ahí puedo leer.

Javier -

Ya me parecía a mí...

fanou -

Difícilmente.

Javier -

Fanou, es igual, no las retires, las palabrotas habiesen salido como culebras de tu boca igualmente ante semejante bochornoso espectáculo, de haber estado allí... Aunque la película te habría encantado, eso sí.

Por cierto, de próxima aparición en Valdemar: "Cine de Ciencia Ficción", en colección Intempestivos, conmemorativo del Festival, con artículos del ínclito Ángel Sala, así como de Ballard, Antonio José navarro y otros tantos que ahora no vienen a la cabeza.

Y también, en conmemoración del 75 aiversario del gorila más famoso de todos los tiempos: "King Kong, 75 años después".

Sé que no te vas a poder resisitir. Bueno... a lo mejor sí.


Saludo!

fanou -

Que suerte que me quedé sin entradas para el festival, verdad?
Ya sabía yo que algo bueno tenía que tener...
Retiro todas las palabrotas que como culebras salieron de mi boca... Bueno, sólo la mitad.

Javier -

Señor Folken, tiene usía toda la razón, soy el primero en reconocerme primer cagón y porculizado del reino la noche en cuestión: me conformé con silbar y abuchear y gritarle al señor Ángel Sala que se metiese su "respeto" por el mismmísimo culo, pero ni dije ni hice nada en el momento del registro bochornoso, ni continué abucheando al susodicho directorzuelo cuando a la panda de emos recalcitrantes que llenaban el Auditori se les deshicieron los genitales en baba rectal al ver el jeto en cuerpo presente del señor director de "Repo! The Fascist Opera", cuyo nombre ni ahora recuerdo ni me voy a poner a buscar, que es tarde y hay sueño.

Y no sólo eso, tampoco interpuse denuncia en el juzgado la mañana después... Y encima ahora vengo y lo casco en mi blog. No tengo perdón de Diox, desde luego.


De todos modos, mirándolo desde otra perspectiva, al menos digo algo, quiero decir, mal que bien doy noticia de lo sucedido. Hay muchos "bloggers" que a buen seguro no abrirán la boca, no sea que si se les va la lengua el año que viene pierdan la tan preciada acreditación. ¡Viva por el 5º Poder!

Supongo que lo más juicioso y cívico e íntegro habría sido plantarse allí y hacer venir a la Policía Nacional, los Mossos, los Geos. Perderme la película y por supuesto perder el dinero de la entrada, para al final acabar denunciado por desorden público, por haber sacado de sus garitas a las fuerzas y cuerpos del Estado a las dos de la mañana... Pues la vida supera a la ficción en mierda e hijoputerío.

Sin duda ése sí habría sido un plan de fin de semana de la putísima madre, mendiós!


PD: Me gusta la cambinación de mis jeringuillas infectadas de sida con sus gillettes maceradas en salfumán, cóctel explosivo que sin duda, y como poco, podría acabar con los problemas de identidad lingüística de cierto directorcillo festivalero.

Salute!

Javier -

Child, ahora mismo no tengo tiempo ni de cagarme en mis muertos, pero tomo nota, descuida. Le eché un vistazo al nuevo de Loriga en cuanto me llegó a la librería, pero creo que por el momento va a tener que esperar. Ya me dirás qué tal está, en todo caso.

Abrazo!

Folken -

A mi me parece genial que hagan todo eso, tota, como mucho la gente se queja en su blog.

Eso si, al año que viene todos al festival de nuevo.

Ahí lo propio es:
a) Denuncia ante órgano competente
b) si al año siguiente se quiere ir, gilletes maceradas durante unos minutos en salfumán (y convenientemente enjuagadas) en el bolso para ellas, vasitos con lefa para ellos.

Ya verán que risa, ya.

child in time -

Échale un ojo a este relato de Ray Lóriga. Estoy seguro que te va a gustar. Está dividido en 12 capítulos. Son cortitos, no te asustes. Por cierto, Lóriga ha sacado una nueva novela, "Ya sólo habla de amor". La acabo de encargar.

http://www.revistaman.es/Personajes_Man/Los-relatos-encadenados-de-09-2008-67007.html

Javier -

Querido Bruce Bubboner, amigo mio, el palabro en cuestión, en efecto comeflorístico donde lo hubiere, lo escuché por vez primera en bocarra de una tutora/profesora que me estaba siempre con la misma cantinela cuando me veía solo en un rincón, escuchando la mí música en el mi walkman: "Tiene que ser usted más asertivo, señor Javier", a lo que yo respondía: "Ahora mismo no tengo tiempo, sita, que todavía no he terminado de odiar al mundo".

¿Alguien dijo "resistencia mutógena"? ¿Alguien dijo "tortugos ninjos"?... Mendiós! ¿en ésa no salía el Vaughan?...

cuvric -

Como los tortugos ninjos, ¿no, Don Bubón?

Hombre Pustular -

Asertivo, demonios, no quiero preguntar en qué comeflorístico círculo ha oído esa palabra. Yo mismo me me meto en berenjenales que..

Pero a lo que iba. Efectivamente el alarde de paranoia y dominación es digno efectivamente de un parque temático orwelliano. Y si todavía lo realizaran individuos con uniforme de plástico y máscara antigas, pase, pero cuando ha de verle uno la jeta porcina al mamotreto interfecto encargado de la inspección, eso ya sí que no. Dan ganas de refugiarse en las alcantarillas y organizar una resistencia mutógena.

Javier -

Querido amigo engelson, tal y como se está poniendo el percal no me extrañaría que en próximos festivales Sitgeanos se apliquen las medidas de Sundance que comentas, aunque con la diferencia de que el ano/ojal te lo hurgarán mediante la inserción de la gralla o una flauta travesera, y en lugar de abdominales te obligarán a bailar sardanas antes de entrar en la sala -que posteriormente se colgarán en "yutub", para mayor escarnio y recochineo de tu puta alma.

De todos modos, la idea de Cuvric también pudiera ser, siempre y cuando los asientos eyectables fuesen 100% "recuperales", of course.

En efecto, CEci, el pasado sábado se escribió de una tacada la continuación del ensayo de Umberto Eco: "Apocalípticos y Porculizados". Ahí es nada.

Señorita -¿señora?- Adler, para la próxima vez que se le ocurra pasarse por el Festival, ya sabe, se mete usted un par de cepos para ratas y jeringuillas infectadas de sida y hepatitis, verá qué risas nos echamos todos...

Vurdalak, quiero suponer que tu comentario es en coña, o al menos medio en coña medio en serio, y por eso mismo voy a responderte medio en serio medio en coña: creo que ya te dije en su momento que a ti se te aparece Hitler redivivo y te dice "Hola, qué tal muchacho caucásico" y a ti automáticamente se te hace agua el pichote y el tipo se te antoja Maria Teresa de Calcuta... De todos modos, por bien que te caiga el sujeto de marras, te recuerdo que Ángel Sala es el director del Festival, es decir, el último responsable de todo lo que allí sucede.

Por ser tan buenrrollistas y asertivos luego pasa lo que pasa, que te toman el pelo y encima no puedes ni chistar.


Saludos a todos.

Vurdalak -

Quién se gasta 9 machacantes en una entrada para ver un musical-ora(smi)nico no se dedica a grabar nada para luego colgarlo. A pesar de todo el bueno el bueno de Angel Sala no tiene culpa alguna en todo este embrollo, es buen tío.

Irene Adler -

Me indignó muchísimo que un tipejo me metiera mano en el bolso, removiera todo lo que llevaba, abriera todos los bolsillos... me sentí humillada. Todos los que estábamos allí habíamos pagado la entrada, pero nos trataron como si fueramos delincuentes habituales...
Lo único que se salvó de toda la experiencia fue la película.

CEci -

¡Y luego se quejan los apocalípticos de que la gente no va al cine! Es increíble, la verdad.
Saludos

cuvric -

Creo que el año que viene los asientos de las salas van a ser eyectables.
Si detectan CUALQUIER dispositivo electrónico, ya saben, POIIIIIIIING!

engelson -

lo de quitar las cámaras de fotos tiene su lógica: cualquiera podría hacer un collage y colgarlo en internés; en cuanto a gemma ruiz, gúgel insiste en que es la cultural ex de alvarez cascos

todo este asunto ha sido una gentileza del festival a fin de dar un toque orwelliano y moderno al pase peliculero, mis fuentes me dicen que en sundance, por ponerte un ejemplo, no te libras de que te hurguen en el ojete y de hacer abdominales mientras te ladran un par de pastores alemanes, la experiencia cinematográfica se multiplica por mil y la gente está encantada