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tannhauser

Feliz Navidad, Mr. Walser

 

Coincidiendo con sus primeras crisis nerviosas y periodos alucinatorios, que empezaron sobre 1925,  Robert Walser cambió literatura por microescritura y sustituyó la pluma por el lápiz, quién sabe si en un intento, desesperado y exorcizador, de ocultarse a sí mismo de ese loco en que se estaba transformando. Le valía cualquier papel que no fuese precisamente eso, el castrante "folio en blanco"; periódicos, recibos, nóminas, calendarios... Walser abandonó la escritura para convertirse en prolijo garrapateador de márgenes; en cierto modo, un blogger muy avant la léttre.

 

Después de tres años de espera -a razón de volumen por año- Siruela ha dado por concluida estas navidades la edición en castellano de los microgramas completos de Walser; los 526 papeles microcaligrafiados que Carl Seelig, a la sazón su editor y amigo, recibió del sanatorio mental de Herisau -en el que Walser se pasó interno los últimos años de su vida- después de que nueve meses después de la muerte del escritor una enfermera diese con ellos dentro de una vieja caja de zapatos. 526 hojas que han tardado cerca de 20 años en ser descifrados.

 

Qué terrible y a la par magnífica cocina literaria; toda esa escritura intempestiva, apiñada y brutal sobre un papel que no fue destinado para tal fin, y encima escrita a lápiz, tan distinto de la pluma ortodoxa:

"La gente culta de verdad es esa que, en lo que a cultura se refiere, deja siempre un poco que desear. Eso da una imagen de inocencia. Los sobelotodo son gente sospechosa. Quien haya tenido, por ejemplo, en la mano páginas de Beardsley, mala cosa. Un hombre hecho y derecho tiene el deber de no haberse preocupado aún de muchas cosas"

"De vez en cuando le decía alguna lindeza. En una ocasión le pedí con un gesto de la cara, con un gesto que jamás podrá olvidar, que se bebiera, digo, comiera una salsicha frita que yo pagaría, poco antes de que ella la cortara suavemente y con cuidado. Así lo hizo y se comió, digo, se bebió un buen vaso para acompañar. De hecho, no se bebió tanto el vaso como lo que nadaba y se contenía en él despidiendo un brillo rojizo, el vino"

"Era casi fea de tan bella, casi masculina de tan femenina y más bien tirando a gruesa de tan esbelta como era, y creo que se marchó a una cita, pero ese con quien se había citado venía precisamente de otra cita. Si no pudiéramos engañar, nos vendríamos abajo. ¿Engañamos por pura malicia? No. Son todas tan dulces, y conozco a una que no hace más que engañarme siempre, y por eso tengo que engañarla yo también"

"Renunciar nos hace libres. Todo aquel que tiene algo es esclavo de sus bienes. Si lo dejas escapar, no te sentirás obligado. Al que no ato a mí no necesito prestarle atención. Lo que yo llamo mío me llama a mí suyo. Eso tiene sus ventajas y sus inconvenientes. De nosotros depende si somos pobres o ricos. Una ganancia puede conllevar pérdidas y una pérdida ir asociada a una ganancia. Si no se pusiera el sol, ¿cómo iba a salir de nuevo? Para levantarse es preciso haberse hundido. Extraña manera de juzgar la que tienen las personas. Que no teman por los felices y no envidien a los que lloran"

"Pero no pienso caer en la seriedad. La profundidad del pensamiento no debería hacer correr la voz de que me he convertido en su víctima"

Si este Walser loco  y gris fue capaz de escribir párrafos como estos en los márgenes estrechos de unas órdenes de pago o en las hojas de un calendario, qué palabras no habría caligrafiado, vaporoso y fantasma, en los espacios en blanco de su propio certificado de defunción, tras ver su cuerpo caído muerto en la nieve el 25 de diciembre de 1956...

 

3 comentarios

Samuel -

Bueno,... por ahora me he pillado el volumen 2... ya completaré la trilogia (juas) más adelante.

Javi -

Pues el capricho te va salir por un pico...

Samuel -

Tú si que sabes cómo hacer que un hombre se gaste la pasta... me los pillo para mis noches sin samba...