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tannhauser

No se puede

Me he dado cuenta de que no se puede escribir

un poema

porque simplemente se quiera,

se ponga uno a ello inerme y

 sin idea,

afronte la hoja como el

que encara el sueño frontal y desnudo.

 

 

Hace falta esa piedra, la imagen,

daguerrotipo o loto,

punto de apoyo sobre el que edificar un ¡Eureka!,

y a partir de ahí todo lo otro:

ser escultor modernista,

pincel ceramista,

niño de bucles y ropas y mentón perdidos de tintes,

oído sonoro,

sonora mirada

de audaz entrevero,

y al final,

quién sabe nunca,

incluso hasta un poco tambien chamarilero,

ahíto el fardo de los púrpuras restos

que los tenderos del verbo maltiraron al cieno.

 

 

Partes de repente de un recuerdo,

tanto da si endógeno o del todo ajeno;

encontrado, como moneda o temblor,

en lo hondo del alma

o tirado en el suelo,

y entonces sí:

Avalancha!

Embriaguez!

Desafuero!

¡Ahí están!

Engranajes deíficos en movimiento,

sean ya o no tus voces

(pálidos labios por lo bajo recitándote versos)

carne de próximo matadero.

 

 

No, definitivamente no se puede escribir

un poema

porque sólo se quiera...

Yo al menos no puedo.

Aunque tal vez sólo sea que ando ya más que seco...

 

2 comentarios

Javi -

No menosprecies así la metaliteratura amigo Wos, te recuerdo que tu amadísimo Borges, vivió casi en exclusiva de ella. En cuento a mi sequedad, bueno, siempre ha habido árboles y árboles...

Un abrazo.

wos -

La metaliteratura es un indicio de sequedad, esperemos que momentanea. Pero en verano lo seco es la norma, no te apures. Recuerdos...