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tannhauser

Mínima Victoria

Carver. Tantos poemas soberbios, magistrales, destructores... Si tuviese que escoger sólo uno preferiría quemarlos todos, entregar el libro a las llamas y cerrar los ojos, llorar por dentro y profundo.

Pero navegamos este barco, este mundo tan imperfecto que la muerte,escultora obsesiva, a cada segundo se siente en el deseo compulsivo de modelarlo a golpe de guadaña: mondar la manzana del hombre que es como el hígado prometeico, ni va más allá ni tampoco se acaba. Tan pronto eres, tan pronto tu barro sobra, pero la rueda no se detiene nunca, aun sin ti todo este tinglado gira, gira, gira...



Mi Muerte

Si tengo suerte, estaré conectado

a una cama de hospital. Tubos

por la nariz. Pero intentad no asustaros, amigos.

Os digo desde ahora que está bien así.

Poco se puede pedir al final.

Espero que alguien telefonee a los demás

para decir, "¡ven rápido, se está yendo!"

Y vendrán. Así tendré tiempo

para despedirme de las personas que amo.

Si tengo suerte, darán un paso adelante

para que pueda verles por última vez

y llevarme ese recuerdo.

Puede que bajen la mirada ante mí y quieran echar a correr

y aullar. Pero, al menos, puesto que me quieren,

me cogerán la mano y me dirán "Valor"

o "Todo va a ir bien".

Y tienen razón. Todo va a ir bien.

Me basta con que sepas lo feliz que me has hecho.

Sólo espero que siga la suerte y pueda mostrar

mi agradecimiento.

Que pueda abrir y cerrar los ojos para decir

"Sí, te escucho. Te entiendo".

Incluso que pueda llegar a decir algo así:

"También yo te quiero. Sé feliz".

¡Así lo espero! Pero no quiero pedir demasiado.

Si no tengo suerte, si no la merezco, bueno,

me tendré que ir sin decir adiós ni darle la mano a nadie.

Sin poder decirte lo mucho que te quise y lo mucho que disfruté

de tu compañía todos estos años. En cualquier caso,

no me guardes luto mucho tiempo. Quiero que sepas

que fui feliz contigo.

Y recuerda que te dije esto hace tiempo, en abril de 1984.

Pero alégrate por mí si puedo morir en presencia

de mis amigos y de mi familia. Si es así, créeme,

salí de mi vida por la puerta grande. No perdí esta vez.

 

Raymond Carver,   "Donde el Agua se Une a Otras Aguas".


 

Lo reconforta a uno, sobre todo en noches como esta, tan callada y fría, tan ajena el alma, tan acabándose la vida, saber que a veces ocurre, que en ocasiones pasa, ser expulsado a la nada con una mínima victoria, la cabeza alta, sonriente la última mirada.

2 comentarios

SickBoy -

Hola TannHaüser!

Soy SickBoy, el mismo que comenta en la Videoarena. El colegilla Berrakus me hizo llegar la dirección de tu blog (no le abronques en exceso por ello), y he de admitir que estoy realmente impresionado. Felicidades por tener un espacio tan personal, tan inteligente y tan emotivo (éste poema, aunque no sea tuyo, lo voy a asociar a tu blog forever...además se acaba de convertir en uno de mis poemas favoritos). Gracias, pues.

Saludos y hasta la próxima.

Alvy Singer -

Carver es una gozada, todos nostros un tesoro.