Las palomas vuelan bajo los soportales
Vivimos una realidad ridícula y levógira, toda del revés y sin un primer agua que la aclare: las posibilidades de pillar buen cacho son nulas en la mayoría de casos ya antes incluso de nacer y sólo si tienes mucha potra consigues dejar este mundo con una sonrisa priápica en el careto. Esto, todo y que no venga muy a cuento, pretende venir a cuento de que todos estamos locos, en todas partes y no sólo en las grandes ciudades como ésta, que podría llegar a rebanarte los sesos con apenas proponérselo. El otro día abrí el correo y qué había: una proposición nada dextrógira, antes bien lo opuesto -casi tan a la contra como este mundo insano cuando te ha cogido ojeriza-, aunque quizá no tanto sopesando cómo me he vuelto en última instancia, esto es, radical libre para con mis prerrogativas celulares... Debería haber aprendido ya la lección, estar harto de ser uno mismo y los demás y tantos otros, pero no sabría explicar por qué no pude alcanzar a decir basta. Simplemente acepté, lo que no debiera ser óbice para que este simple plano de existencia me diese menos asco, todo lo contrario. Y en ésas ando y persevero, aunque cabe señalar que los fines de semana con menos tensión que el resto de días, ya que los sábados los dedico íntegramente a la meditación trascendental y los domingos releo gozoso mis ejemplares de Creepy, Vampirella y Dossier Negro... En otro orden de cosas, el otro día una desconocida me regaló una mandarina, andaba yo abstraído contando sucias palomas en el parque. Estaba ácida a la vez que apetitosa, la muy cerda, pero me sentó la mar de bien, como la extraña que me la regaló, que tuvo un par de buenos polvos, incluso tres...
7 comentarios
anonimo -
anonimo -
gasman -
Javier -
Quinj, la oferta era del tipo oye, pues si para cuando tú quieras yo sigo estando dispuesta, entonces ya sólo nos quedará sino quedar. O algo asín...
Cuvric, ya sabía yo que su modelo ideal serían las nectarinas melocotoneras, mendiós!
Abrazos para todos, incondicionales comentarísticos de este lugar.
cuvric -
Aunque no me importaría encontrarme algún día con una nectarina.
estifen quinj -
Por cierto ¿Qué propuesta fue la que le llegó al correo?
Danzante -