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tannhauser

Fracturas

Un ojo en luna vieja a través de la valla

se sabe lágrima como cachorro recién destetado

el esputo seminal de la postcriatura sobre un negro Rothko

abandonado tras el holocausto

silencios radiactivos de aves y roces en caza

vuelo picado contra el océano deletéreo

sombra en el pecho y aguda como de pocos segundos

insuficientes

tengo aún cosas que decir

y tu pálpito nunca ha de llegar a tiempo

4 comentarios

Javi -

Tal vez, Laura..., tal vez.

Un abrazo.

laveron -

tal vez ese destiempo es la criatura poesía salida del vacío o fondo negro.
saludos, javi!

Javi -

Intenta imaginar, Ceci, sólo por un momento, una sala de museo vacía, soliatria, silenciosa porque los hombres ya no existen, no son sino recuerdo de algo que fue. Y en el centro de la sala, un Rothko, colgado de la pared, todo negro y todavía entero, el colapso de la humanidad no quiso poder con él. Y delante del Rothko algo que está vivo pero que no es hombre, ni criatura, todo lo contrario, algo que vino de la vida pero ya no es vida, es lo que surgió después, sin ser muerte, no obstante, porque palpita. Y no sólo palpita, se masturba, y eyacula, y escupe, esputa, sobre el negro del rothko hasta entonces virgen, aunque siendo como es postcriatura la corrida sobre el lienzo oscuro no tiene por qué ser blanca ni amarilla ni de ningún color. De ahí la fractura que, en espíritu, rememora en ecos la de un pecho que llego a otro pecho demasiado tarde, porque aquél ya se había partido, cuando todavía quedaban hombres...

laceci -

Lo del esputo, tira que te va, pero lo de la postcriatura!!

Debes dejar de tomar esas drogas!!!

:-P