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tannhauser

Words

Sí, sí, es cierto, sería algo así como un "llano en llamas", ¿no?, o tal vez una nueva "Región", a la que no sólo "volverás", sino de la que te será imposible salir, ni siquiera con los pies por delante. Hay quien vive con las palabras, se sirve de ellas como se sirve de un cazo viejo para calentar la leche en las frías mañanas de una larga ciudad; pero los hay también, y muchos, que viven por las palabras, en un constante viajar en su torno satélites, desde ellas y hacia ellas, y en mitad gracias a ellas, bendiciéndolas con un arrullo de cuerda vocal o bien unas trazaduras rápidas en papel quieto. Es el vértigo de la palabra.
¿Cómo escribió Kundera en su "insoportable levedad"?:

"El vértigo es algo diferente del miedo a la caída. El vértigo significa que la profundidad que se abre ante nosotros nos atrae, nos seduce, despierta en nosotros el deseo de caer, del cual nos defendemos espantados".


Y es verdad, una vez marcado no puedes escapar, ni aun sepulto, como yo ahora -como entonces-, aquí, que me dejé arrastrar a las tinieblas para no caer más, sustraerme de una vez a la sed abismática que me estaba consumiendo, y aun todavía, a pesar de la sangre, sigo cayendo en su redes.
Es como una piel desnuda y rezumante de sexo limpio y terrible, como unos labios húmedos acunándose en el deseo, de arriba abajo, pidiéndote más y más, al oído, empapando tus lanzas en el almizcle lúbrico: imposible escapar a su hechizo feérico. Imposible escapar a la palabra mientras haya vida, esa particular forma de aliento: aire caliente en tanto deseo...

2 comentarios

En el fotograma -

Sin ellas arrasando, serenando, complejizando, cantando, volando, muriendo, renaciendo..., sin ellas esta existencia sería torturante. Por ellas, todo cobra sentido, y uno existe.


*

No estaba predeterminado. A la vez, creo que el azar no existe en la nlogósfera: aleluya porque he llegado aquí.

laveron -

es una maldición...
¡maldita sea!doblemente.
te atrapa, te tira de la ropa, te abstrae de las miradas y de los árboles, te enchastra en el baño...es como una adicción. te quita, te quita y da, quién sabe a quién.
saludos Javi!